Nuestras salsas artesanales son el alma líquida de la cocina mexicana. Cada frasco es fuego lento, molcajete y sazón con carácter. Desde la macha de chiltepil hasta el chipotle tostado, aquí encuentras sabores intensos, ahumados y hechos como antes: con paciencia, tradición y manos que saben.
Ideales para acompañar carnes, quesos, panes o verduras al horno. Perfectas para quien quiere algo más que picante: quiere historia.
Hechas en lotes pequeños, sin conservadores y con el corazón en cada gota.